Editorial: La Voz Sin Censura
Vivimos tiempos en los que la promesa de un gobierno transparente y respetuoso de los derechos fundamentales parece alejarse cada vez más de la realidad. La gestión del actual gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), presidido por el excelentísimo señor presidente de la República, Luis Abinader, evidencia graves contradicciones entre el discurso y la práctica.
El juramento del presidente de hacer cumplir la Constitución, garantizar los derechos humanos y no marginar a los sectores vulnerables, hoy está siendo severamente cuestionado. La reciente expulsión arbitraria y humillante de periodistas digitales —sacados como “perros con sarna” del Palacio Nacional, un espacio público de acceso a la prensa— constituye una flagrante violación al artículo 49 de la Constitución, que consagra el derecho a la información y a la libre expresión.
A esto se suman los múltiples desalojos forzosos que se están llevando a cabo en distintos puntos del país, afectando a comunidades enteras con más de medio siglo de existencia. ¿Dónde queda el compromiso con los pobres, con los hijos de "Machepa", con quienes han sido históricamente excluidos del desarrollo nacional?
El país no puede avanzar mientras se pisoteen los derechos fundamentales y se acalle la voz de quienes denuncian los abusos. La prensa, sea local o nacional, tradicional o digital, no puede ser tratada como enemiga. Los periodistas no pueden ser perseguidos por ejercer su labor informativa y fiscalizadora.
Desde este medio, hacemos un llamado urgente al presidente Abinader a reflexionar sobre el rumbo que está tomando su gobierno. Cumplir con la Constitución y con su palabra no es una opción, es un deber moral y legal.
No se puede construir una patria justa y democrática sobre la base del silencio impuesto, la marginación y el irrespeto a los más humildes.