Loma de Cabrera.- Con el objetivo de recuperar la cuenca alta del río Masacre y restaurar el sistema forestar, la Dirección General de Desarrollo Fronterizo realizó la jornada de reforestación denominada “Salvemos el Masacre”.
Con “Salvemos el Masacre” la DGDF reafirma el compromiso con el medio ambiente restaurando la cobertura forestal en esta parte de la frontera entre la República Dominicana y Haití, con la siembra de plantas frutales, forestales y maderables.
La actividad estuvo encabezada por el Director General de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo, Ramón Pérez Tejada, en busca de crear conciencia sobre la importancia de preservar y proteger las riquezas naturales en las zonas más vulnerables de la frontera.
En esta jornada se sembraron 12 mil plantas tales como Saman, Grevillea, Juan Primero, Guama, Cedro, Naranja Agria, Pomo, Uvas de Playa, entre otras, reafirmando el compromiso con la protección y aprovechamiento de los recursos naturales.
En “Salvemos el Masacre” acompañaron a Pérez Tejada miembros de instituciones públicas, como Ministerio de Medio Ambiente, Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, Comedores Económicos, Ayuntamiento municipal de la provincia de Dajabón y el municipio de Loma de Cabrera y del Hospital Ramón Villalona.
Para la recuperación del río Masacre también colaboraron personal del INAPA, el FEDA, Plan Sierra, Fundación AVSI Word Visión, asociación de ganaderos, junta de vecinos el Masacre, asociación de centros de madres, también asistirán estudiantes del Liceo General José Cabrera, así como colaboradores, cooperativas y comunitarios de las distintas provincias.
Sobre el río Masacre
El río Masacre también conocido como río Dajabón se encuentra en la cuenca del mismo nombre y recorre 47 kilómetros desde su nacimiento en territorio de la República Dominicana, en Loma de Cabrera, en la montaña Pico del Gallo, hasta desembocar en la bahía de Manzanillo, pertenece a la cuenca hidrográfica del Atlántico Drena un área de 858 km² y recibe una precipitación anual de 750 a 2000 milímetros. De esos kilómetros solo doce sirven de línea fronteriza con Haití, y 2,500 metros se adentran en territorio haitiano, para luego terminar su recorrido del lado dominicano. Desde su nacimiento este río desempeña un papel crucial en la demarcación de la frontera entre ambos países desde 1776.