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Otro atropello policial: El caso del periodista Edward Ramírez evidencia el colapso institucional en la Policía Nacional

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Logan Jimenez Ramos
Logan Jimenez Ramoshttps://lavozsincensura.com
Consultor en Comunicación Política, Relaciones Públicas, Periodista, Magister en Diplomacia y Internacional y Docente.

La Policía Nacional vuelve a quedar al descubierto tras protagonizar otro bochornoso episodio que vulnera los derechos fundamentales de un ciudadano, esta vez con el periodista Edward Ramírez, del multimedios El Nuevo Diario.

Primero fue reportado como desaparecido por la presión mediática ejercida por colegas y familiares. Sin embargo, dos días después, en un giro insólito y alarmante, la propia Policía confirmó que Ramírez se encontraba detenido en el tristemente célebre destacamento del Ensanche Naco. Nadie sabía de su paradero. Nadie fue informado. Nadie notificó legalmente su apresamiento. Una violación flagrante a su dignidad, libertad y derechos constitucionales.

Este patrón se ha convertido en una práctica sistemática en nuestro país. Cientos de dominicanos y extranjeros son detenidos durante supuestos “operativos” policiales, sin orden judicial, sin notificación al Ministerio Público, y sin que sus familiares puedan saber dónde están. Muchos pasan horas o días en destacamentos oscuros, sin acceso a un abogado, a una llamada, ni al más elemental derecho a defenderse. El caso de Edward Ramírez no es una excepción: es la regla.

Vivimos bajo el dominio de una policía represiva, abusiva y prepotente. Una institución que no busca garantizar la seguridad colectiva, sino que actúa como si el poder que se le ha otorgado le confiriera impunidad para pisotear derechos. A menudo se muestran indiferentes ante los mandatos del Ministerio Público, irrespetan al Poder Judicial y desprecian tanto la Constitución dominicana como la Carta Universal de los Derechos Humanos.

La Policía Nacional parece tener su propio código penal y procesal. Actúan bajo las órdenes de comandantes que, en muchos casos, no cuentan con la preparación, ni con la ética, ni con la visión democrática necesarias para ejercer funciones de tan alto nivel. Para ellos, la ley es lo que decidan en el momento, y eso nos coloca en una situación de profunda inseguridad jurídica e institucional.

Es urgente que el Gobierno del presidente Luis Abinader asuma una posición firme ante estos abusos. No se puede seguir justificando la violencia policial con la excusa de los “famosos operativos”, ni mucho menos seguir normalizando los llamados “intercambios de disparos” que terminan, casualmente, siempre con presuntos delincuentes muertos.

La tan cacareada reforma policial no puede quedarse en cambios cosméticos de uniformes o en una campaña publicitaria. Se necesita una reforma estructural, de doctrina, de liderazgo, de formación, y sobre todo, de respeto a los ciudadanos. La detención ilegal de un periodista como Edward Ramírez no puede quedar impune. Debe marcar un antes y un después. Debe haber sanciones ejemplares. No basta con excusas ni con promesas de investigaciones.

Una vez más, el Destacamento de Naco se convierte en el epicentro de un escándalo que mancha la imagen de la Policía Nacional. Y por más recursos que invierta la Dirección de Estrategia y Comunicación Gubernamental (DIECOM) en manejo de crisis, ningún esfuerzo comunicacional podrá lavar el rostro de una institución que no respeta a los periodistas, ni a los ciudadanos dominicanos, ni a los extranjeros que visitan o residen en nuestro país.

Desde aquí, hacemos un llamado firme y decidido a todos los gremios y organismos de prensa, nacionales e internacionales: al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), al Círculo de Periodistas de Fuentes Militares, a la Sociedad Dominicana de Medios Digitales (SODOMEDI), al Observatorio de Medios Digitales, a la Federación Internacional de Periodistas, a la UNESCO, al Defensor del Pueblo y a toda la sociedad civil. Es hora de unirse y exigir respeto, justicia y cambios reales.

El próximo 16 de agosto, cuando el presidente Abinader anuncie nuevos nombramientos y posibles reformas, debe tener la voluntad política de intervenir a fondo la Policía Nacional. Debe colocar al frente a personas capacitadas, éticas, responsables y, sobre todo, con una visión garantista de los derechos humanos. La sociedad no puede esperar más.

Magister en Comunicación Política Avanzada, Magister en Diplomacia y Internacional, licenciado Relaciones Públicas, Periodista, y Docente.

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