Califica el destacamento del Ensanche Naco como una unidad de secuestro, operando al margen de la ley y de los principios constitucionales.
Santo Domingo, República Dominicana. – El destacado comunicador y defensor de derechos ciudadanos Lisandro Torres realizó una denuncia pública de alto impacto a través de sus redes sociales, en la que calificó el destacamento de la Policía Nacional del Ensanche Naco como un “centro de secuestro, tortura y muerte”, tras el apresamiento arbitrario del periodista Edward Ramírez, quien fue detenido sin orden judicial, incomunicado y privado de sus derechos fundamentales.
En sus declaraciones, Torres fue enfático al calificar dicho destacamento como una verdadera unidad de secuestro, al operar fuera del marco legal y sin ningún respeto por los derechos fundamentales de los ciudadanos.
“Ese destacamento no se comporta como una entidad de protección ciudadana, sino como una estructura al margen de la ley, una unidad de secuestro institucional donde desaparecen personas temporalmente, se les niega el derecho a comunicarse, se les maltrata y se les humilla como si estuviéramos en una dictadura”, denunció con firmeza.
En una publicación ampliamente compartida en plataformas digitales, Torres cuestionó con firmeza los métodos de la Policía Nacional, asegurando que en dicho destacamento se cometen graves atropellos contra los derechos humanos. “La Policía del Naco no actúa como un órgano del orden, sino como una estructura represiva que viola sistemáticamente la dignidad y libertad de las personas. Lo que se está cometiendo allí es un abuso de poder que raya en lo criminal”, sentenció.
Asimismo, cuestionó con indignación:
"¿Cómo es posible que la Policía del Naco prohíba a un ciudadano hacer una llamada? No importa si ha cometido o no un delito; si se le vulneran sus derechos, automáticamente tiene que ser liberado. Así lo establecen nuestra Constitución y las leyes dominicanas."
Torres además recordó que el destacamento del Ensanche Naco ha estado vinculado a casos lamentables de violaciones a los derechos humanos, incluyendo el asesinato en abril de 2022 de David de los Santos, un joven que fue arrestado en la plaza Ágora Mall y llevado precisamente al destacamento del Ensanche Naco, donde fue brutalmente golpeado y posteriormente falleció en un hospital a causa de los traumas sufridos mientras se encontraba bajo custodia policial.
“Ese hecho fue un crimen de Estado. Todos sabemos lo que ocurrió. El país entero lo vio. Nadie fue debidamente castigado. Y ahora siguen deteniendo personas como si no hubiera ley. ¿Qué más tiene que pasar para que el Ministerio Público, la Procuraduría y la Dirección General de la Policía intervengan este centro de tortura?”, expresó Torres.
“No es posible que en pleno siglo XXI una persona dure 48 horas presa sin que sus familiares tengan información de su paradero, sin acceso a una llamada, sin defensa legal. Eso es secuestro, y es ilegal desde todo punto de vista”, advirtió.
Un patrón sistemático de violaciones
El caso del periodista Edward Ramírez se suma a una creciente preocupación de diversos sectores sociales y de la prensa nacional, que han venido denunciando abusos de poder, detenciones arbitrarias y un patrón de intimidación contra comunicadores sociales que ejercen su labor de manera crítica.
Organismos de defensa de los derechos humanos y gremios periodísticos han sido convocados a pronunciarse y a exigir una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido, así como sanciones contra los responsables de este atropello.
Torres hizo un llamado al Defensor del Pueblo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Sociedad Dominicana de Diarios, el Colegio Dominicano de Periodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y a organismos internacionales como la CIDH, la ONU y Amnistía Internacional, a estar vigilantes ante estas prácticas, documentar los abusos y exigir responsabilidades a las autoridades.
Un atentado contra la democracia
“La democracia no se sostiene con represión. No se construye con amenazas, ni con policías que violan la ley. Cuando un periodista es silenciado, cuando se le impide comunicarse, cuando se le golpea o se le arresta sin justificación, no solo se atenta contra su integridad, sino contra el derecho de toda la sociedad a estar informada”, concluyó Torres.
El apresamiento de Edward Ramírez y su incomunicación por más de 48 horas representa un nuevo episodio preocupante de los abusos policiales que aún persisten en el país. Casos como el de David de los Santos, Richard Báez y otros ciudadanos que han muerto o resultado gravemente heridos bajo custodia policial, siguen impunes, lo que genera una atmósfera de impunidad, miedo e incertidumbre.
Frente a esto, crece la exigencia nacional de una respuesta firme y decidida del Ministerio Público, del Presidente de la República y de la sociedad en su conjunto.