Por: María Hernández
Quizás parezca el título de una película, pero se trata de una narración verídica que ocurrió en nuestra hermosa República Dominicana.
Sucedió el miércoles entre las calles Duarte con México y la José Martí con México, las dos esquinas que se han convertido en un vertedero en esa importante arteria comercial sin que las autoridades de la alcaldía del Distrito Nacional ofrezcan una explicación al respecto.
Eran como las 7:00 de la noche y se observó como ese diminuto animal, el ratón, cruzaba cuidadosamente esas intersecciones hasta penetrar por un agujero a su hogar, el sótano de uno de los edificios de la zona, luego de haberse alimentado en el basurero de la fuente que se encuentra frente al Banco estatal, que era donde anteriormente depositaban los desechos los vecinos del sector y de otros cercanos a ese lugar.
La avenida México ahora se caracteriza por estar rodeada de fuentes y monumentos con basura y agua maloliente en su interior tanto en el día como en la noche.
Los moradores del sector también deben poner de su parte y sacar la basura en el horario que va a pasar el camión recolector de desperdicios, si es que pasa con regularidad, pues de ser así no se acumulara tanta basura.
Los negocios de comida china del área también deben sacar la basura a tiempo para que no coloquen desechos donde ya se ha limpiado.
En el caso de la fuente mencionada debe ser intervenida por los bomberos de la avenida Mella, que están bastante cerca de esa zona e iluminarla, limpiarla y colocar cámaras que la protejan de los que no les importa la salud de sus vecinos y de todo ese entorno.
Las fuentes y parques son un pulmón de las ciudades por lo que deben ser liberados de basura, ropa de indigentes que las cuelgan en donde encuentren, en fin un desastre en una de las avenidas más transitadas como es la México tanto por nativos como por turistas que se alarman cuando ven que una ciudad que invierte millones de pesos en estructuras que no dicen nada se ha dejado arropar de basura y de animales propios de zonas abandonadas y con residuos de comida colocados al aire libre sin ningún tipo de separación ni cuidado.
Para las grandes ciudades ya la basura no es un problema y hasta en países pobres y pequeños como Haití han encontrado en la basura otra forma de subsistir mediante el reciclaje a gran escala de los residuos plásticos.
En nuestro país se han hecho intentos de cambiar la basura plástica por juguetes y por comida, pero no un plan estratégico de ninguna alcaldía, en particular, sino de personas en momentos específicos de alguna fecha conmemorativa como el Día de Reyes y otras.