Analizando la situación:
Lo que alguna vez fue una comunidad modelo en orden y seguridad, Ciudad Juan Bosch, ha caído en el caos. Vendedores ambulantes, motoconchos no autorizados e inmigrantes irregulares han tomado las calles, mientras la presencia de las autoridades es casi inexistente.
En sus inicios, esta comunidad contó con tres patrullas policiales, motocicletas, jóvenes en bicicleta vigilando y un servicio permanente de la DIGESETT para fiscalizar y orientar a los nuevos residentes. Desde el año 2014, esto garantizó un ambiente seguro y organizado. Sin embargo, al parecer, todo tuvo fecha de caducidad.
Hoy en día, los policías que se supone deberían resguardar el orden ni siquiera figuran en la nómina ni en las calles de Ciudad Juan Bosch. Por otro lado, los policías municipales, por instrucción del alcalde Dío Astacio, se han retirado y solo prestan servicio a los barrios colindantes, dejando a esta comunidad a la deriva.
Guardias sin recursos, haciendo el trabajo de la Policía.
El poco personal de seguridad militar en Ciudad Juan Bosch enfrenta desafíos desproporcionados. Estos oficiales deben suplir la falta de patrullaje policial realizando rondas, asistiendo a niños en escuelas y atendiendo emergencias. Todo esto sin viáticos ni incentivos, con condiciones laborales precarias: duermen en furgones sin baños adecuados ni comodidades mínimas.
A pesar de estas adversidades, los guardias hacen todo lo posible por cumplir con su labor. Sin embargo, queda claro que el trabajo que realizan corresponde a la Policía Nacional, institución que recibe el presupuesto necesario, pero no brinda el servicio esperado.
Problemas sociales y retroceso
Ciudad Juan Bosch enfrenta una problemática social profunda. Muchas familias, en condiciones de pobreza extrema, comparten apartamentos entre tres o cuatro grupos familiares. Esta situación ha dificultado el cumplimiento de las normas de convivencia, las cuales en el pasado eran reforzadas por personal capacitado que orientaba a los residentes.
La falta de agua potable y un servicio eléctrico inestable agravan aún más la situación. Esto lleva a preguntarse: ¿Qué está pasando con Ciudad Juan Bosch? ¿Cuál es el propósito detrás de este retroceso?
Llamado a las autoridades
Es urgente que el alcalde Dío Astacio envíe nuevamente a los policías municipales a trabajar de manera coordinada con las autoridades internas de la comunidad. Asimismo, la Policía Nacional debe retomar su rol en la seguridad de la zona, y los guardias militares deben recibir mejores condiciones laborales.
El problema de la migración irregular, junto con la falta de servicios básicos como agua y energía eléctrica, requiere respuestas claras y acciones inmediatas. Las autoridades deben entender que los reclamos de la comunidad no son ataques personales, sino un llamado legítimo para resolver los problemas que afectan a miles de ciudadanos.
Este espacio queda abierto para comentarios y reflexiones.