Por Pablo Vicente
En momentos cruciales para la democracia, el rol de la Junta Central Electoral (JCE) es esencial para garantizar la transparencia, equidad y legitimidad de los procesos electorales y el fortalecimiento del registro civil. Como aspirante a formar parte de la JCE, me encuentro motivado por un sentido profundo de responsabilidad cívica y el firme compromiso de contribuir al fortalecimiento de nuestra democracia en estas dos áreas fundamentales.
Durante años, he trabajado en el ejercicio académico, pero también en el ejercicio práctico de los procesos que desarrolla la JCE, en mi libro, Democracia en los Partidos: Pautas para su Transformación, aborda de manera crítica cómo la falta de transparencia y participación interna puede afectar negativamente el sistema político. Esta experiencia me ha dado la visión y el criterio para entender que la JCE no solo debe velar por el correcto desarrollo de las elecciones, sino también por la integridad y modernización del registro civil, que impacta directamente en la vida de todos los ciudadanos.
La JCE tiene dos responsabilidades fundamentales que impactan directamente en el desarrollo de la sociedad dominicana: la organización de elecciones y la gestión del registro civil. Ambas son pilares de la democracia y del funcionamiento del Estado, y requieren de una administración eficiente y justa para garantizar derechos fundamentales y para esa gestión eficiente en los ámbitos de actuación que desarrolla la JCE es necesario contar con una participación activa de los partidos políticos, ya que son ellos los principales actores en un sistema democrático.
Indiscutiblemente que la gran responsabilidad de la JCE es organizar procesos electorales transparentes y justos. Mi candidatura busca reforzar esta función esencial, asegurando que cada ciudadano tenga el derecho de participar en elecciones limpias, con un sistema que refleje de manera fidedigna la voluntad popular. La supervisión de todo el proceso, desde la inscripción de candidatos hasta el conteo de votos, es vital para mantener la confianza en las instituciones democráticas. Me comprometo a contribuir con mi experiencia para que cada elección sea un ejercicio legítimo de la soberanía ciudadana, libre de fraudes o irregularidades que afecten la estabilidad política del país.
La administración y gestión del registro civil es la otra gran responsabilidad de la JCE, menos visible, pero igualmente crucial para la vida de los dominicanos. Esta institución tiene bajo su mandato el registro de nacimientos, matrimonios, defunciones y otros actos civiles que determinan la identidad legal de los ciudadanos. Una gestión eficaz del registro civil es fundamental para garantizar el acceso a derechos como la educación, salud y seguridad social. Como miembro de la JCE, trabajaré para que el registro civil se mantenga actualizado, accesible y en sintonía con las nuevas tecnologías, promoviendo una administración moderna que facilite el acceso a estos servicios de manera ágil y oportuna.
Mi visión como candidato a la JCE es integral, comprendiendo tanto la necesidad de mejorar los procesos electorales como de fortalecer el registro civil. Ambos componentes son indispensables para asegurar que todos los dominicanos puedan ejercer plenamente sus derechos, ya sea a través de su participación política o de su reconocimiento legal como ciudadanos.
En definitiva, aspirar a la JCE no es un objetivo personal, sino una oportunidad para servir al país, con una visión clara y un profundo compromiso con la democracia, de tener la oportunidad espero poder contribuir al fortalecimiento de esta institución clave, asumiendo con responsabilidad las dos grandes áreas que impactan directamente en la vida de cada dominicano: los procesos electorales y el registro civil.