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¿Por qué los almuerzos de los empleados públicos duran tanto en la República Dominicana?

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Logan Jimenez Ramos
Logan Jimenez Ramoshttps://lavozsincensura.com
Soy Licenciado en Relaciones Públicas, Periodista y Maestro de Marketing, y he estado trabajando en el área de la comunicación desde 2012. Con una sólida formación académica y una creciente trayectoria profesional, me he destacado por mi capacidad para generar estrategias efectivas en medios y marketing. Mi pasión por la libertad de expresión y el derecho a la información me impulsa a desarrollar proyectos que impacten y conecten con las audiencias. Actualmente, también me dedico a la educación, compartiendo mis conocimientos con futuros comunicadores y contribuyendo al desarrollo de la comunicación en mi comunidad.

En la República Dominicana, el tiempo de almuerzo en las instituciones públicas suele extenderse hasta dos o tres horas, en lugar de la hora estipulada, generando críticas por parte de la ciudadanía debido a su impacto en la eficiencia y en la percepción del servicio público.

De acuerdo con el reglamento del Ministerio de Administración Pública (MAP), el almuerzo de los empleados públicos está regulado para que no exceda una hora, salvo excepciones debidamente justificadas.

No obstante, la falta de control y una cultura organizacional que no siempre prioriza la puntualidad resultan en que estas normas sean, con frecuencia, ignoradas en la práctica diaria.

Un estudio reciente del MAP reveló que hasta el 70% de las oficinas públicas registra demoras superiores a la hora para el retorno de los empleados después del almuerzo, lo que impacta negativamente en la productividad y en la calidad de atención al ciudadano.

Según este informe, las demoras en los tiempos de almuerzo representan un incremento de hasta un 30% en los tiempos de espera de los ciudadanos, especialmente en oficinas de alta concurrencia como las de servicios sociales, salud y emisión de documentos.

Estas estadísticas reflejan un problema de gestión del tiempo y, a la vez, un desafío cultural. En muchas oficinas, el tiempo de almuerzo se extiende no solo para comer, sino también para socializar y resolver asuntos personales, una costumbre que, aunque comprensible desde el punto de vista humano, afecta el funcionamiento adecuado de los servicios.

La normativa del MAP establece además que las instituciones públicas deben implementar mecanismos de control de tiempo, como relojes de marcación o sistemas de supervisión para monitorear el cumplimiento de la jornada laboral. Sin embargo, el 40% de las instituciones aún carece de estos sistemas de supervisión, dificultando el cumplimiento efectivo de los horarios.

Para hacer frente a esta situación, el MAP ha propuesto ajustes en su regulación, sugiriendo medidas como turnos escalonados para que el personal de atención al público mantenga la continuidad de servicio.

También se incentiva a las instituciones a integrar herramientas tecnológicas para facilitar la gestión y monitoreo del tiempo laboral. Además, el proceso de digitalización de servicios está siendo priorizado para reducir la necesidad de asistencia presencial en oficinas, lo que podría disminuir la presión en los horarios de atención.

Para que la administración pública dominicana pueda ofrecer un servicio más eficiente, es clave fomentar una cultura organizacional que respete tanto los derechos de descanso de los empleados como los tiempos de atención al ciudadano.

Ajustar y hacer cumplir las normativas del MAP es esencial para garantizar un sistema público más profesional y centrado en las necesidades de la ciudadanía, promoviendo al mismo tiempo una mayor productividad y una mejor calidad de servicio.

Por Logan Jiménez Ramos, periodista

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