En momentos de crisis, la comunicación gubernamental se convierte en una herramienta esencial para la gestión efectiva de las emergencias, la coordinación de acciones y la calma social.
La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, donde colapsó el techo dejando un saldo lamentable de más de doscientas víctimas fatales y decenas de heridos, ha puesto a prueba no solo la capacidad de respuesta de los organismos de socorro. También ha demostrado la estrategia comunicacional del Estado dominicano.
Desde los primeros instantes, el gobierno de la República Dominicana activó todos sus canales oficiales de información, con mensajes constantes, claros y enfocados, manteniendo informada a la población y evitando así la propagación de rumores o desinformación.

Las autoridades lograron mantener a los medios de comunicación y a la ciudadanía informados sobre los avances en los operativos de rescate, la situación hospitalaria de los heridos y las cifras actualizadas de víctimas mediante comunicados, ruedas de prensa y una cobertura directa desde la zona cero.
Esta labor fue dirigida por el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, quien, en coordinación con el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), la Policía Nacional, los cuerpos de bomberos, la Defensa Civil, el 9-1-1 y demás instituciones involucradas, se convirtió en el rostro informativo del gobierno ante el país. A través de su vocería, se evidenció una línea clara de respeto a los protocolos internacionales de atención a emergencias y una postura institucional centrada en la empatía, la transparencia y la acción.

Cabe destacar que, por instrucciones del presidente Luis Abinader, los organismos de seguridad del Estado se mantuvieron articulados bajo una dirección unificada, lo que permitió respuestas rápidas, coordinadas y efectivas. En este sentido, la comunicación política del gobierno no se limitó a informar, sino que se transformó en un instrumento de gobernanza emocional y operativa.
Como muestra de solidaridad y apoyo, el primer mandatario de la nación, Luis Abinader, se trasladó personalmente a la zona cero, donde no solo dio seguimiento a los trabajos de rescate, sino que también llevó consuelo a las familias afectadas. Su presencia fue un mensaje directo de compromiso y humanidad. Junto a él, se dieron cita funcionarios del gobierno, altos mandos militares, autoridades municipales, legisladores, voluntarios de distintas organizaciones y líderes comunitarios, todos unidos bajo una misma causa: dar respuestas, salvar vidas y acompañar al pueblo dominicano en medio del dolor.

Este manejo comunicacional, centrado en la claridad, la sensibilidad y la cercanía, no solo ha mitigado los efectos colaterales de la tragedia, sino que ha reafirmado la importancia de contar con una estrategia de comunicación gubernamental sólida, profesional y alineada con los valores del servicio público. Sin duda, la gestión del gobierno ante esta catástrofe pasará a la historia como un caso emblemático de cómo la palabra, bien usada, también salva vidas.
Por: Logan Jiménez Ramos | Periodista, Consultor en Comunicación Política, Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional, Docente.