Residentes denuncian desorden vial, obras paralizadas, falta de mantenimiento y la ausencia total del ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza.
Santo Domingo Este. – Lo que en su momento fue vendido como el proyecto habitacional más ambicioso y moderno de la República Dominicana, hoy sufre una preocupante decadencia. Las lluvias del pasado jueves 1.º de mayo provocaron inundaciones que dejaron a Ciudad Juan Bosch prácticamente paralizada, con calles anegadas, vehículos atrapados y cientos de residentes imposibilitados de movilizarse.
No obstante, lugareños señalan que las lluvias solo agravaron una situación que ya venía deteriorándose. Desorden urbano, abandono de obras, falta de mantenimiento, inseguridad y una creciente frustración social forman parte del día a día de los más de 60 mil habitantes que residen en este proyecto, considerado en sus inicios como un modelo de desarrollo urbano inclusivo.
“Las calles se convierten en lagunas cada vez que llueve. Aquí no hay un sistema de drenaje pluvial eficiente, y lo peor es que no vemos intención real de solucionarlo”, declaró María Teresa Gómez, residente del residencial Sembrador Uno.
Además del problema del agua, los comunitarios denuncian la existencia de un caos vial incontrolable: motoconchistas sin regulación circulan en todas direcciones; vehículos transitan en vía contraria en franca violación a la Ley de Tránsito 63-17; materiales de construcción son vertidos impunemente sobre las calles, mientras las autoridades municipales y gubernamentales parecen ignorar esta problemática.
A esto se suma la falta de servicios básicos eficientes, como transporte público adecuado. “En una ciudad de este tamaño, con miles de trabajadores y estudiantes, no hay suficientes unidades de la OMSA, ni una terminal funcional que permita una movilidad digna y segura”, expresó Rafael Batista, residente.
También es notoria la paralización o ausencia de obras vitales, como parques recreativos, campos deportivos, garitas de seguridad, tanques de agua, centros educativos y sistemas de iluminación. Lo más grave, aseguran los condomines, es que el propio Fideicomiso VBC RD, que administra los recursos del proyecto, ha declarado en diversas ocasiones que existen fondos para todas estas obras. “Entonces, ¿por qué no se hacen?”, se preguntan con indignación.
Falta de representación institucional
Los moradores también expresan su decepción por la falta de apoyo del Gobierno central. “Antes había funcionarios que venían y mostraban interés. Hoy, el actual ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, brilla por su ausencia. Nadie da la cara. Esta ciudad no tiene quién la defienda”, aseguran. La sensación general es de orfandad institucional, lo que ha debilitado la confianza ciudadana en el proyecto.
Inseguridad y deterioro social
Otro aspecto preocupante es el incremento de la inseguridad. “Las garitas están vacías, no hay suficiente patrullaje policial y muchas zonas oscuras se han vuelto peligrosas en las noches. Lo que comenzó como un sueño, se está volviendo una pesadilla”, manifestó Estefanía Rivas, madre de dos hijos.
Llamado urgente al presidente
Ante este panorama, los residentes hacen un llamado directo al presidente Luis Abinader Corona para que tome cartas en el asunto. Solicitan una intervención urgente e integral que incluya: evaluación del sistema pluvial, reactivación de las obras detenidas, regulación del tránsito, presencia institucional, aumento del patrullaje policial, y un plan de mantenimiento de las infraestructuras ya existentes.
Con más de 60 mil habitantes y más de 30 mil apartamentos adicionales en proceso, Ciudad Juan Bosch necesita ser rescatada antes de que colapse por completo. El silencio oficial no puede seguir siendo la respuesta a una comunidad que confió en el Estado para tener una vida mejor.
