Escrito Por José Medina/ www.armariolibre.com.do
Desde el primer período de gobierno del presidente Danilo Medina, 2012, hemos venido advirtiendo de las desconsideraciones, irrespeto y desconocimiento al periodista, en el ejercicio de sus funciones.
En los mandatos de Danilo Medina, el director de Prensa y vocero del Gobierno, Roberto Rodríguez Marchena, jugó a destruir la clase periodística, y no lo logró, porque la base y estrategia usada fueron muy frágiles y no eran sustentadas con el tiempo.
Rodríguez Marchena apadrinó el “emprendurismo” en la comunicación, pero no dirigido por periodistas, sino, por todo el que quisiera “inventarse” un blog digital.
Estos digitales que nacieron y se regaron como la “verdolaga” en provincias y municipios, solo tenían publicadas las informaciones suministradas desde el Dicom, un anuncio del Palacio y una que otra “coy-page”.
Pagaba, dependiendo la recomendación, entre RD$15,000.00 y hasta RD$40,000.00; mientras periodistas que podían hacer críticas, cambiaban los títulos de las informaciones, iban muriendo lentamente.
Fueron ocho años fatales para el periodista que no acepta que nadie lo “narigonee”, que tiene cabeza propia, pero muy buenos para grupos de analfabetos, periodísticamente hablando.
En el 2020 llega al poder el presidente Luis Abinader y el primer “fao” a nivel comunicacional, fue designar a Milagros Germán, directora de Dicom, cercana a algunos medios de comunicación, sobre todo dueños, pero no a periodistas.
Como Milagros no dio pie con bola y a cada momento ponía un “huevo de avestruz” que colocaba en muy mala situación al Gobierno, fue sustituida y en su lugar colocado Homero Figueroa, que venía siendo en principio un híbrido entre Roberto y Milagros, con el único punto en común entre los tres, que no saben ni “M” de periodismo y desconocen como se trata a un periodista de calle. Dije periodista de calle, egresado de la universidad y hecho periodista en la calle.
Desde el 2020 hasta la fecha, ha habido más de cuatro o cinco intentos de destruir a los periodistas en este Gobierno.
Al parecer el presidente Abinader tiene un grupo de asesores que les ha ido muy mal con los periodistas, pero creo que no necesariamente, al jefe de Estado, ya que en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), hay muy buenos periodistas, formados en universidades y los principales medios de comunicación.
Consideramos que el presidente Abinader debe abocarse a otra dirección, porque en los tiempos difíciles que se avecinan con la cantidad de reformas, en vez de tratar de destruir a los periodistas, debe buscar un acercamiento, y no un acercamiento con los “jefes”, dueños y demás, sino con los que escriben que son los reporteros que día a día, llueve o vente, tienen que buscar la noticia que al día siguiente deben leer los ciudadanos sensatos y toman decisiones.
Si en Dicom hubiera un periodista, no un comunicador, diferencia abismal entre uno y otro, es posible que al presidente Abinader le fuera mejor, y hasta otro aire se respiraría.
Quisiera creer en el presidente Abinader, y creo; que desconoce que la oficina habilitada para los periodistas de fuentes, hace más de dos décadas la están desapareciendo, como ha desaparecido, porque han prohibido, que los periodistas se paren en la “Duarte con París”, así nombramos el final de la escalinata de la parte de atrás del Palacio y donde periodistas sacamos muchas primeras planas en nuestros medios para los cuales trabajábamos.
El presidente Abinader, debe cambiar de estrategia, si ese plan es suyo, que lo dudo, porque sus enemigos, no somos los periodistas. Además, si todo es transparencia, si todo está claro, si no hay nada que esconder; ¿cuál es el miedo?
El Espía de Diario Libre, trajo este jueves, algunas informaciones que uno sabía, pero otras, desconocidas.
“Este Gobierno tiene cuatro años restringiendo a los periodistas en el Palacio Nacional. El departamento de Prensa decidió eliminar la sala de redacción, quitaron los parqueos a los medios, prohibieron la circulación por los pasillos y los despojaron de la llave de acceso, de forma que para entrar se necesita el permiso del guardia, solo en días de actividades. Lo último fue la remoción de los otomanos donde se sentaban en el lobby. Uno se pregunta, en cuatro años más, ¿dónde llegarán?” Diario Libre de este jueves en El Espía.
¡No más palabras señor magistrado!!!
