SANTO DOMINGO.- Según el informe mundial sobre el Sida 2022 del programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (c) 650 mil personas murieron por causas relacionadas con el sida en el mundo durante el año 2021, lo que corresponde a una persona por minuto.
La entidad mundial de salud arrojó los datos en el año 2022 calificando como escalofriante el estancamiento del progreso en materia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Asimismo, se apuntó que dichas las muertes están impulsadas por la disponibilidad de servicios relacionados con el VIH.
La investigación dio a conocer, además, que el 70 por ciento de las nuevas infecciones por VIH en el 2021 se produjeron entre las poblaciones clave y sus parejas sexuales, afirmando que en el mundo el 35 % infectados son clientes de trabajadores sexuales y parejas sexuales de poblaciones clave, 12 % son trabajadores sexuales, 21 % corresponden a hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con su mismo sexo, 10 % personas que se inyectan drogas, y el 30 % la población restante.
Mientras que el informe vislumbra que en el Caribe las infecciones anuales por el VIH han tenido una “fuerte disminución”, según la organización.
En tanto que en América Latina la implementación del tratamiento en contra de la enfermedad ha perdido impulso, “permitiendo el repunte de las epidemias entre los jóvenes homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres y otras poblaciones clave”.
Sostuvieron que los países cuentan con los medios para disminuir esas tendencias, explicaron que los países como Italia, Lesoto, Vietnam y Zimbabue lograron reducir las nuevas infecciones en más de un 45 por ciento entre el 2015 y 2021, gracias a que adoptaron políticas sólidas y lograron la disponibilidad a las tecnologías de prevención y tratamiento.
El documentó finalizó argumentando que haciendo realidad los derechos humanos y la igualdad de género, dando un nuevo impulso para la prevención del VIH, apoyando y proporcionando recursos eficaces a las respuestas dirigidas por la comunidad, y asegurando un financiamiento suficiente y sostenible, y cerrando la brecha a la desigualdad, valentía política son acciones clave para encaminar la respuesta para poner fin al sida.