El Mirador
Por Luis Céspedes Peña
Estamos seguros de que nuestros lectores recordarán que antes de las elecciones municipales, escribimos que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) había escogido a la ciudad de Santiago, para desarrollar un plan piloto-electoral que tenía como objetivo ganar los comicios, en el propio territorio del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, el cual sería replicado en todo el país.
¡Y así sucedió! El PRM ganó los diez Municipios de la Provincia Santiago y 13 de los 16 Distritos Municipales. También recuerden que escribimos que el gobierno del PRM compraría a candidatos municipales y dirigentes de la oposición, que de esto último es muy poco, sin renunciar de sus posiciones, para luego hacerlo pasadas las elecciones.
¡Y así está ocurriendo en todo el país! A esas gestiones políticas, también hay que agregarle que el PRM consiguió el “favor” de muchos de los delegados opositores ante Juntas Municipales Electorales. En el caso de Santiago, la abstención de votantes estuvo por casi un 70%. ¡Pero eso debe preocupar al PRM para las elecciones presidenciales!
¿Por qué? Porque si bien es cierto que el gobierno usó muchos recursos para aplastar a los adversarios en las elecciones municipales, pensamos que no ocurrirá lo mismo en los comicios de Mayo.
¿Por qué? Porque a la mayoría de electores no les importa mucho el triunfo o la derrota de candidatos municipales. De ahí nace parte de la gran abstención de votantes, a parte de la compra de cédulas. ¡Las vendieron porque no tenían ningún interés en particular! A eso se le agrega, en el caso de Santiago u otros pueblos, que la popularidad de un líder difícilmente se transfiere a otro. ¡Ese pudo haber sido el caso del alcalde Abel Martínez y el candidato a la Alcaldía, Víctor Fadul! Un joven prometedor en materia política, pero que no pudo resistir el peso del poder del Presidente Luis Abinader.
Debemos admitir que al Presidente-candidato le favoreció los resultados de las elecciones pasadas, porque durante cuatro o cinco meses el gobernante se mantuvo rondando entre el 41 y 42% de simpatía electoral. La última encuestadora, la Horizon Research, le dio al gobernante un porcentaje de 45.4% de simpatía electoral, a Leonel Fernández 33.1 y a Abel Martínez 14.2.
Si se suma 33.1 y 14.2, más un mínimo de un 2% al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), otro aliado de los peledeístas y la Fuerza del Pueblo, serían 49.3%, una cantidad mínima que los llevaría ganar en primera vuelta, si se hubiese hecho la alianza, debido a que el porcentaje faltante una parte de los tradicionales abstencionistas.
¡Ahí estaba la victoria de la oposición!, pero prefirió acudir separado a las elecciones de Mayo. Hasta ahora, es una de las encuestas que más se acerca a nuestros números.
¡Pero Abinader sigue en primer lugar! Esa posición lo mantiene en el que está más cerca para ganar en primera vuelta, pero que deberá acumular más del 50% de los votos válidos. ¡Con tantos problemas que tiene el país, no le será fácil!
Sabemos de la gran capacidad que tiene el Presidente de la República para usar magistralmente los recursos del Estado, sin que se le pueda acusar directamente de una anomalía oficial, virtud de que los utiliza en obras, donaciones a sectores empobrecidos y u otros planes sociales.
Sostenemos que los líderes de la oposición, deben pensar bien que perder les costará cuatro años más fuera del poder, con más desgaste.
Los líderes de los Partidos de la Liberación Dominicana (PLD), Fuerza del Pueblo y Revolucionario Dominicano (PRD) optaron por la segunda vuelta electoral, pero es un gran peligro, debido a que el gobernante es un maestro en el uso de los recursos estatales.
¡Un gran error político de la oposición! ¿Por qué? Porque los líderes del PLD, FP y PRD debieron haber pensado en unirse para ganar en primera vuelta. ¡La suma de votos posibles así lo determina!
¿Por qué el PLD, la FP y el PRD prefirieron acudir desunidos a las elecciones, que sacrificar aspiraciones presidenciales para darle al país una nueva administración de gobierno?
Todos los dominicanos saben que en cada proceso electoral hay compra de cédulas. El problema, para Luis Abinader, está en que la mayoría de votantes sabe que si vende la cédula hasta por tres mil pesos, por ese dinerito tendría que durar otros cuatro años pagando más impuestos, como los que vienen con la reforma fiscal que se avecina, los altos precios de los alimentos, las medicinas, la electricidad, los materiales para la construcción, los servicios y otros.
Y si el PRM gana, también viene la reforma constitucional, para que el Presidente de la República pueda aspirar otra vez para las elecciones del 2032. El escenario para que David Collado o Carolina Mejía se conviertan en aspirantes presidenciales del PRM, parece que no está en la mente de Abinader. El Presidente no es Danilo Medina, porque el primero sabe cómo imponerse cuando le interesa.
No olviden que Danilo Medina, cuando gobernó el país en su último período 2016-2020, tenía los votos necesarios para arreglar el tollo que hizo la mayoría de legisladores del PLD, en lo referente a la modificación constitucional, la cual estableció una reelección consecutiva y nunca jamás. Para evitar que se aplicara el sentido de la modificación a la Constitución, los legisladores del PLD y algunos de la oposición sumaron el período presidencial 2012-2016.
¡Ninguna Constitución en el mundo se modifica con retroactivo, como ocurrió en nuestra nación!
La mayoría de esos legisladores le quitaron el derecho que tenía Danilo para repostularse en el 2020 y también lo eliminaron para que no pudiese aspirar a la Presidencia en el futuro. Para beneficio de la mayoría de pobres y productores del país, ya quedan pocos de esos legisladores o ex congresistas en el PLD.
Danilo era un seguro ganador en el 2020, por el amplio respaldo que tenía, especialmente de la mayoría de pobres, productores agropecuarios o industriales, como de la clase media y un sector de la gran burguesía, incluyendo a oligarcas.
En la actualidad, estamos en la misma situación. Constitucionalmente, el Presidente Abinader ya no podrá aspirar más a la Presidencia del país, pasados los comicios de Mayo, porque sobre éste pesa el nunca jamás, al cumplir ocho años en el poder.
Todo dependerá de la cantidad de congresistas que logre el PRM en Mayo, porque si la diferencia es poca, Abinader sabe cómo ingeniarse el faltante para modificar la Constitución, si gana la reelección.
Entendemos que el gobierno del PRM está terminando con una limitada oposición. Pero a los adversarios al gobierno les llega una gran oportunidad. ¡El debate presidencial del 24 de Abril! Si los opositores al Presidente Abinader tienen un buen desenvolvimiento, podrían cambiar el actual panorama político. Vemos a un Presidente de la República en desventaja, cargando casi con todo el gobierno por el lento trabajo de la mayoría de ministros y directores generales.
No hay duda de que el Presidente Abinader es un gran trabajador y manejador de las estrategias para su bien político. ¡Usa el poder para mantenerlo bajo su dirección!
Si el debate, que será una nueva modalidad política para el país, se centra, de parte de los opositores al gobierno, en los problemas de la delincuencia, buenas propuestas, obras realizadas por el PLD, el éxito en la distribución de recursos del Estado a favor de los productores, el bajo nivel inflacionario, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), causado por el aumento de la producción y el éxito de sus planes sociales, la posición cómoda que tiene el Presidente Abinader, podría bajar.
Los efectos negativos que provocará otra reforma fiscal, que es obligatoria para este gobierno, debido a que la nación ya no tiene reservas para el pago de la deuda externa e interna, podrían ser la mejor compañía para los adversarios de Abinader en ese debate.
El país tiene el gobierno que mayor deuda externa registra la historia. ¡Una deuda que todos debemos pagar!
Todos tendremos la oportunidad de escuchar al Presidente Abinader, Abel Martínez, Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado, en un evento histórico. No hay ninguna duda de que a partir del debate saldrán nuevos discursos.
Sabemos que Abel, que es el que enfrenta al gobierno del PRM, representa la mejor estructura política del país, llamada PLD.
El retiro del apoyo de la mayoría de los integrantes de la oligarquía económica a la candidatura del Presidente Abinader, fruto de las luchas de intereses, sí hay que considerarlo como un golpe mortal para las aspiraciones del PRM. ¡Ese es uno de los mayores problemas que deberá enfrentar el Presidente!
Es una oligarquía pequeña, pero que controla gran parte del mayor sistema productivo y una enorme cadena de medios de comunicaciones. ¡Unos públicos y otros ocultos! ¡Unos alineados con Leonel Fernández y otros con el PLD!
Este problema para el Presidente Abinader se refleja más en el Gran Santo Domingo, que incluye al Distrito Nacional, el Cibao, con Santiago a la cabeza, y el Este del país.