En 2024, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha continuado desempeñando un papel crucial en la promoción de la paz, el desarrollo y los derechos humanos a nivel mundial. En un contexto global marcado por desafíos como el cambio climático, los conflictos armados y las crecientes desigualdades, los esfuerzos de la ONU han sido fundamentales para abordar estos problemas de manera multilateral y sostenible.
Uno de los aspectos más destacados del 2024 ha sido la reafirmación del compromiso de la ONU con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A medida que los países avanzan (o retroceden) en la implementación de estos objetivos, la ONU ha sido una plataforma clave para monitorear el progreso y generar diálogo entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil. En particular, la agenda de igualdad de género y la erradicación de la pobreza han sido áreas donde la ONU ha intensificado sus esfuerzos, asegurando que la atención no se desvíe de los avances más allá de las crisis inmediatas que enfrentan los países.
En el ámbito del cambio climático, la ONU ha liderado múltiples iniciativas globales, enfocándose en la transición hacia energías renovables y la reducción de emisiones de carbono. A través de su Convenio Marco sobre el Cambio Climático y las cumbres anuales, ha sido crucial para presionar a las naciones a cumplir con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París, instando a los países a aumentar sus esfuerzos para frenar el calentamiento global. En 2024, la ONU no solo ha sido una plataforma para el diálogo, sino también para la acción concreta, mediante proyectos innovadores que buscan mitigar los efectos del cambio climático en las comunidades más vulnerables.
La paz y la seguridad globales también han sido una prioridad central para la ONU en 2024, con la organización trabajando en la resolución de conflictos en zonas como el Medio Oriente, África y Europa del Este. La ONU ha reafirmado su compromiso con la prevención de conflictos, buscando mecanismos diplomáticos que permitan evitar la violencia y proteger a las poblaciones civiles en situaciones de crisis. En muchos casos, sus misiones de mantenimiento de la paz han sido la única barrera que ha impedido la expansión de los conflictos, demostrando el papel vital que juega la organización en la diplomacia global.
Un aspecto fundamental del 2024 ha sido también la defensa y promoción de los derechos humanos. A través de su Consejo de Derechos Humanos y otras agencias especializadas, la ONU ha abogado por la protección de las libertades fundamentales en contextos tan diversos como la crisis de refugiados, la discriminación de género y la libertad de expresión. En un contexto donde las amenazas a los derechos humanos se intensifican, la ONU sigue siendo una voz crítica que busca responsabilizar a los Estados y actores no estatales por violaciones a estos derechos.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos notables, el 2024 también ha mostrado las limitaciones inherentes a un sistema multilateral. Los desafíos globales, como las tensiones geopolíticas y las crisis económicas, han dificultado la implementación efectiva de las soluciones propuestas por la ONU en algunos contextos. Las dificultades para lograr un consenso entre las grandes potencias, las desigualdades en el acceso a recursos y la creciente desconfianza hacia las instituciones internacionales han sido obstáculos que la organización ha tenido que enfrentar.
En conclusión, los aportes de la ONU en 2024 han sido sustanciales en varios frentes, pero también han resaltado la necesidad de una reforma estructural para hacer frente a los nuevos desafíos globales. Si bien la ONU sigue siendo un actor clave en la búsqueda de soluciones a problemas complejos, el camino hacia un mundo más justo, pacífico y sostenible será largo y requerirá del compromiso de todos los actores internacionales, en especial de los países miembros que deben cumplir con sus compromisos de cooperación global. Sin un cambio en las dinámicas de poder y una mayor voluntad política, los objetivos de la ONU seguirán siendo, en muchos casos, una aspiración difícil de alcanzar.
Logan Jiménez Ramos, es licenciado en Relaciones Públicas, Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional, consultor en Comunicacion Politica.
