La Caleta un municipio joven pero cargado de potencial, está atrapado entre las promesas del desarrollo y las sombras de sus retos sociales. Mientras sus calles reflejan la vitalidad de una población joven, también exponen cicatrices de problemas profundos: el aumento de la delincuencia, el consumo de drogas entre adolescentes, el embarazo precoz y la propagación de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Además, el alto nivel de desempleo, impulsado por la falta de mano de obra cualificada, amenaza con perpetuar un ciclo de pobreza y exclusión.
A pesar de estos desafíos, La Caleta tiene una oportunidad única de transformarse en un modelo de progreso. Para ello, es vital establecer un pacto social que una al gobierno central, al ayuntamiento y a las organizaciones civiles. Pero esto no puede quedarse en promesas; la acción debe ser inmediata y enfocada.
Por ejemplo, la creación de mesas temáticas interinstitucionales podría ser el primer paso para coordinar estrategias concretas que aborden estos problemas de manera integral.
Una de las claves del cambio es atacar la raíz del desempleo. Las empresas locales necesitan trabajadores calificados, y La Caleta tiene el recurso humano, pero no las herramientas. Aquí es donde un pacto público-privado podría marcar la diferencia: programas de capacitación que empoderen a los habitantes con las habilidades que las industrias demandan.
Esto no solo dinamizaría la economía local, sino que también ofrecería alternativas reales a los jóvenes que actualmente se ven atrapados en las redes de la delincuencia y las drogas.Además, se necesitan programas preventivos que aborden las causas del embarazo adolescente y las ETS.
Una educación sexual integral, combinada con actividades extracurriculares y deportivas, puede dar a los jóvenes las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas. La participación activa de las familias y campañas comunitarias podría convertir esta visión en realidad.
El futuro de La Caleta está en juego. ¿Será un ejemplo de cómo una comunidad puede levantarse frente a la adversidad, o se hundirá bajo el peso de sus problemas? La respuesta depende de cómo actuemos hoy. Es el momento de elegir el cambio y trabajar juntos para construir un municipio donde cada habitante tenga la oportunidad de prosperar.
Lic. Pedro Bautista
Educador, politólogo y activista social